Cerdeña | ||||
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La isla de los tesoros naturalesViaje por el norte de la isla, de Alghero a Costa Esmeralda, a través de la Ribera del Coral, el Golfo de Asinara, Costa Paraíso y el Archipiélago de la MagdalenaViajé a Cerdeña en el Ferri Cruise Barcelona de Grimaldi Lines (www.grimaldi-lines.com) que realiza la travesía Barcelona-Puerto Torres. El trayecto dura 12 horas y permite llevar en el barco tu propio coche, moto o auto caravana para una vez en Cerdeña recorrer la geografía de la isla a tu aire. El Cruise posee cómodos camarotes de hasta cuatro plazas, restaurantes, casino, tienda, piscina y bar en cubierta que hacen que el trayecto sea placentero mientras navegas por el Mediterráneo. Doce horas que dedico para cenar en el restaurante con una buena carta de platos de la gastronomía italiana, tomar un digestivo en el bar de cubierta mientras suena música italiana y dar un paseo de proa a popa para contemplar las tranquilas aguas del Mediterráneo antes de retirarme al camarote a descansar. Y la nave va...
Por la mañana despierto de un profundo sueño, me ducho y veo las últimas noticias en la tv satélite del camarote antes de dirigirme de nuevo al restaurante para desayunar. Pronto empieza a divisarse a lo lejos la abrupta costa oeste de Cerdeñacon bellos acantilados que al aproximarnos dejan espacio a pequeñas calas de arena blanca. El barco maniobra frente a la paradisíaca y deshabitada isla de Asinara - que visitaré más tarde-, para girar y entrar en el amplio Golfo de Asinara en dirección a Puerto Torres. Puerto TorresTras desembarcar doy un paseo por la ciudad. Puerto Torres se encuentra en la provincia de Sassari, al noroeste de Cerdeña, y su importancia radica en su puerto, que conecta Cerdeña con Italia y Europa: desde aquí parten ferries a Barcelona, Génova, Marsella, Toulon, Civitavecchia y Propiano. Camino por su puerto y centro histórico y visito la Catedral de San Gavino (una bellísima joya románica del siglo XI donde se encuentran los restos de los mártires Gavino, Proto y Gianuario) y la Torre Aragonesa (construcción octogonal edificada en 1325 junto al puerto por el almirante aragonés Carroz). También cuenta con una rica área arqueológica. Fundada por los romanos en el siglo I a. C, se convirtió en un importante centro comercial donde se instalaron baños termales, acueductos, templos, basílicas y magnificas villas. Hoy se conserva en buen estado el puente romano sobre el río Mannu, de 135 metros de largo y siete arcos, desde el que existen excelentes vistas. Junto a la ciudad se encuentra la pequeña playa de Balai, de fina arena blanca en un bello espacio natural. Una de las excursiones imprescindibles en Porto Torres es tomar un ferry que recorre el Golfo de Asinara, un espacio natural bellísimo y que funciona como hábitat de una gran biodiversidad. Golfo e isla de Asinara
A mediodía me dirijo a la cercana y bella localidad portuaria de Stintino, situada también en el Golfo de Asinara a 30 km de Puerto Torres, para embarcar en un pequeño barco de recreo que conduce en un breve viaje de 15 minutos hasta la isla de Asinara, posiblemente la principal maravilla natural de Cerdeña. Durante el breve recorrido de Stintino a la isla de Asinara el barco recorre la costa del golfo salpicada de bellísimas playas de arena blanca, entre las que destaca la que se encuentra junto a la pequeña Torre vigía de La Pelosa, que avisaba de los frecuentes ataques de los berberiscos. En el año 2002 Asinara fue declarada Parque Nacional por ser una reserva natural y marina. La isla tiene una extensión de 51 km2 con una longitud máxima de 18 km de norte a sur y una anchura mínima de 290 m en Cala di Sgombro. Prosigo y llego a la antigua cárcel de máxima seguridad de Asinara, cerrada a finales de los años 90 del pasado siglo, donde cumplieron condena miembros de las Brigadas Rojas y mafiosos como Totó Rina. Un entorno donde terroristas y capos pasaron meses en pequeñas celdas de aislamiento. Junto a la prisión existía una granja y a lo largo de la isla quedan aún restos de pequeñas casas de pastores abandonadas y es que hoy Asinara está deshabitada. La estrecha carretera conduce por bellos acantilados de roca metamórfica en la parte oeste y bellas calas y playas en la costa este (Sant´Andrea, La Reale, Trabuccato, Punta Sabina y Cala Arena). En La Reale se conservan algunos edificios como una iglesia y una residencia que era utilizada por la familia de Saboya para estancias de verano. También hay en la isla un Centro de Recuperación de la Tortuga, que vela por la conservación de todo tipo de cetáceos y tiburones. La isla tiene un horario para ser visitada y son frecuentes las excursiones de senderistas, cicloturistas, submarinistas, naturalistas... El viaje en barco y la visita en todoterreno cuesta 50 € aprox. Inolvidable. AlgheroAlghero se encuentra en la costa noroeste de Cerdeña, en la provincia de Sassari, y es una de las más bellas localidades de la isla por su situación geográfica en la Riviera del Corallo (rica en coral) y los monumentos medievales de su casco antiguo. Su pasado está muy unido a Cataluña desde que en 1354, en la guerra entre Génova y Venecia, la marina de guerra catalana expulsara a los genoveses, quienes habían fundado la ciudad en 1102 bajo las órdenes de la familia Doria. Posteriormente Alghero fue repoblada por catalanes de Tarragona y el catalán pasó a ser el idioma de uso habitual en la ciudad. En la actualidad, aunque el italiano y el sardo son mayoritarios, alrededor del 20 % de los Alghereses habla un catalán tradicional y existe una sede del Instituto Ramón Llull cuya finalidad es la promoción de la lengua y la cultura catalana. La ciudad es un importante centro turístico y de vacaciones de verano por sus playas de arena blanca, y dispone del Aeropuerto de Alghero-Fertilia (www.aeroportodialghero.it) a 4 km. Camino por el amplio Paseo Marítimo hasta llegar al centro histórico, una fortaleza medieval amurallada junto al mar. Sigo por la antigua entrada a la ciudad por la Torre de Porta Terra, para recorrer el perímetro de la muralla a través de la Torre de San Giovanni, Torre di Sulis, Torre di San Giacomo, los bastiones de Marco Polo y Pigafetta, la Porta a Mare y la Torre de la Magdalena. Un bello paseo de 30 minutos junto a murallas de piedra contra las que rompe el mar. Luego me adentro en el interior de la fortaleza, que ofrece joyas arquitectónicas como la Plaza Civica (centro de paseo y ocio con edificios palaciegos), calles estrechas con casas señoriales y tiendas de moda de firmas premium o de artesanía del coral (recogido en sus ricas costas), la Catedral de Santa María Inmaculada (s. XVI) de estilo gótico tardío, la Iglesia de San Francisco, la iglesia de San Michel (S. XVII) con su hermosa cúpula revestida de azulejos policromados, el Palacio del Pou Salit... Un pequeño tren turístico llamado Lo tren de L´Alguer- País Catalá de Sardenya recorre este centro histórico. Anochece y me dirijo al restaurante que me han recomendado en la carretera hacia el aeropuerto, Agriturismo Sa Mandra (Strada Aeroporto Civile, podere 21. Alghero. Tel. (+39) 079 999150. www.aziendasamandra.it/). Situado en una finca agrícola, es bellísimo y está rodeado por un auténtico museo de piezas de labranza de diferentes siglos, mobiliario rústico, máscaras de Mutoni (del carnaval sardo) y ofrece una excelente cocina tradicional sarda elaborada en horno de leña. Su menú es todo un manjar para comilones: deliciosos los entrantes de prosciutto (similar al jamón español pero menos curado), el Pecorino (maravilloso queso de oveja italiano), la casquería asada... así como lo platos de cochinillo asado y el cordero. La guinda la pone su celestial repostería en forma de helados caseros y dulces típicos de la región como el Amareto (un mantecado con licor de Amareto), el Bianchino (merengue crujiente) y Papasino (similar al alfajor). Una maravillosa bacanal que necesité dos horas para engullir y por 40 €. Sublime. Otra buena elección es el Restaurante La Pergola (Viale 1 Maggio, 3. Alghero. Tel. (+39) 079950531. www.ristorantepergola.it/) recomendado como uno de los mejores de la ciudad: su especialidad es la Paella Alguerese, una deliciosa combinación de mariscos y fregula (típica pasta sarda de sémola) cuyo aspecto y sabor recuerda a la paella valenciana. Tras la opípara cena me dirijo al Hotel Punta Negra (Punta Negra Fertlia, Alghero. http://www.hotelpuntanegra.it/es/), también situado junto a la carretera del aeropuerto, en un bellísimo enclave de la costa en el que las habitaciones ofrecen maravillosas vistas de la bahía de Alghero y de la ciudad al fondo. Gruta de Neptuno
A la mañana siguiente visito otra de los tesoros naturales de la isla, la Gruta de Neptuno. La gruta se encuentra a 24 km de Alghero en el acantilado de Cabo Caccia y sus bellas formaciones de estalactitas y estalagmitas tienen más de 10 millones de años. Existen dos opciones para acceder a ella: a través de barcas que parten desde el puerto de Alghero y que atracan en la entrada de la gruta, y por carretera hasta Cabo Caccia para luego descender 660 escalones. Ambas rutas ofrecen paisajes maravillosos del Golfo de Alghero y de la Riviera del Coral. Elegí viajar por carretera por la proximidad del Hotel Punta Negra a Cabo Caccia y sinceramente la opción de las escaleras exige un mínimo de condición física, pues los 660 escalones de subida son un gran sofocón. La visita se realiza a través de una pasarela junto al gran lago interior Lamarmora de aguas transparentes y con salas con formaciones kársticas, entre las que destaca una columna de 12 m de altura y 30 m de ancho, llamada el Gran Organo, en la Sala Smith. Las visitas son guiadas. La cueva abre a las 9h y cierra a las 19h. La excursión en barco cuesta 15 euros aprox. los adultos y no incluye la entrada a la gruta. CastelsardoTras visitar la Gruta de Neptuno me dirijo de nuevo hacia el norte, dirección Puerto Torres, para seguir la carretera de la costa del Golfo de Asinara hasta Castelsardo. Hacia el este de Puerto Torres se extiende la espléndida y kilométrica playa de Platamona, un paraíso para los amantes de los deportes náuticos como kite surf, windsurf... que se encuentra en un virginal espacio natural de playa de arena blanca a la que se accede por un bosque de pinos y eucaliptos, y en la que prácticamente no existen viviendas, aunque sí algún pequeño restaurante y campings. A la izquierda de la carretera se suceden bellas vistas de la costa y del golfo que contrastan con un abrupto paisaje de montaña a la derecha. A 30 km de Puerto Torres emerge como una bella postal el gran promontorio rocoso sobre el que se extiende la bellísima localidad de Castelsardo. Fundada en 1102 por la noble familia genovesa de los Doria, Castelsardo tiene 5.000 habitantes y conserva en muy buen estado su burgo medieval que se extiende alrededor del Castillo que ocupa la cima de la montaña. Asciendo por la empinada escalera que lleva desde la parte moderna de la ciudad al Castillo, entre estrechas callejuelas empedradas con casas y pasadizos de origen medieval y tiendas de souvenir con artesanía local (cestería, abalorios de coral, cerámica, plata...) hasta alcanzar las murallas del Castillo de los Doria que fue el asentamiento original sobre el que nació el burgo en el siglo XII. Desde el Castillo las vistas de la ciudad, del puerto y del Golfo de Asinara son espectaculares y en una de sus salas alberga el Museo Dell´Intreccio Mediterraneo que reúne obras de la famosa cestería tradicional de la ciudad, que hoy en día siguen fabricando los artesanos en sus casas, sobre todo mujeres. Bajo el Castillo se encuentra la Iglesia medieval de Santa María con arcos de piedra y que alberga en su interior el Cristo Negro del crucifijo, considerado el más antiguo de la isla. Más abajo, mirando al mar, está la Catedral de San Antonio Abate (s.XVII) con su bellísima torre coronada por una cúpula policromada y en cuyo altar mayor se puede admirar la Virgen del Maestro de Castelsardo, una de las más bellas madonnas pintadas en Cerdeña. Regreso abajo del promontorio, a la ciudad moderna, centro turístico con hoteles, restaurantes... que se suceden a lo largo de calles como Lungomare Zirulia o Lungmora Anglona con hermosas vistas al Castillo de los Doria, al puerto y al mar. Los restaurantes ofrecen la cocina tradicional sarda a base de pasta -en sus innumerables variedades-, cordero, pescado y marisco (prueba las langostas cocinadas con recetas tradicionales de los pescadores). A 4 km de Castelsardo encontramos otra maravilla de la naturaleza, la Roca del Elefante, espectacular manifestación de la erosión por la acción del viento, la lluvia y la salinidad con forma de elefante, que se encuentra junto a la carretera. Allí se arremolinan los sorprendidos turistas entre vendedores ambulantes que ofrecen las típicas navajas sardas con puño de cornamentas de animales y los deliciosos Pecorinos (quesos de oveja). En los montañosos alrededores también pueden verse nuraghes como el Nuraghe Paddaggiu (Monte Ussoni) o el Nuraghe Spighia (Spighia). De Costa Paradiso a Santa Teresa de GalluraDuermo en Castelsardo y al día siguiente prosigo viaje por la costa norte de Cerdeña pasando por Isola Rossa (a 65 km de Puerto Torres), un bello enclave turísico con bellas calas con playas de fina arena blanca, rocas de granito de color rosa y un mar color verde esmeralda. Un lugar ideal para el submarinismo al encontrarse en sus fondos coral de color rosa y una gran riqueza de fauna marina. En la zona existen resorts apropiados para el turismo familiar como el Hotel Marinedda Thalasso & SPA 4* Superior, que se encuentra en un enclave natural privilegiado con playa propia y todos las comodidades necesarios para pasar unas vacaciones inolvidables. Tras Isola Rossa, la carretera de la costa conduce por la Costa Paradiso, con más acantilados, calas y playas de arena blanca y aguas claras, hasta que llego a otro enclave natural formidable en Santa Teresa de Gallura: Capo Testa. El Faro domina el cabo mientras la luz solar pinta de diferentes tonalidades las enormes piedras según discurre el día para culminar con bellas puestas de sol. Este idílico lugar sirvió en la antigüedad de cantera a los romanos, que emplearon granito de aquí para la construcción del Panteón de Roma y otros monumentos. Aún pueden verse restos de antiguas columnas junto a las rocas. En la actualidad la población de Santa Teresa de Gallura (provincia de Olbia-Tempio) es un importante centro turístico y comercial, desde cuyo puerto parten los barcos para Córcega atravesando el Estrecho de Bonifacio y otra maravilla natural como el Archipiélago de la Magdalena.
Me dirijo a las afueras de la ciudad para visitar un lugar de ensueño desde donde se ve una hermosa panorámica de las islas de la Magdalena, el Resort Valle dell' Erica Thalasso & Spa (Tel. (+39) 070.684560. http://www.delphina.it/sardegna/alberghi/valle-erica/.) Un complejo de cinco estrellas situado en el paradisíaco Valle dell´ Erica donde a uno le entran ganas de quedarse por tiempo indefinido para disfrutar de la belleza y las comodidades del lugar. Pero el viaje continua hasta la cercana Costa Esmeralda. Costa Esmeralda
Continuo camino hacia Palau, Arzachena y Baja Sardinia (uno de los mayores centros turísticos de la zona) para llegar a la Cerdeña del glamour de los hoteles de lujo y de las grandes villas escondidas en medio de la vegetación. La carretera discurre por acantilados rocosos, profundas bahías y bellísimas playas que tienen su cénit en Porto Cervo (al noreste de la isla), destino de la jet-set internacional. Porto Cervo nació en 1961 cuando la belleza del paisaje virgen enamoró al Príncipe Karim Aga Khan y lo transformó en un pequeño enclave portuario con urbanizaciones de gran lujo donde atracan grandes yates y veleros. Los visitantes más selectos del ghota europeo pasean por sus calles blancas, entre comercios de grandes firmas del lujo internacional y algunos de los más reputados restaurantes del Mediterráneo. En los alrededores del pueblo sólo hay villas que se esconden en la naturaleza para no interferir en el paisaje. Continuando hacia el sur llegamos a Porto Rotondo, el otro enclave del lujo de la Costa Esmeralda. También merece la pena detenerse en lugares como el pueblecito de Liscia di Vacca y Cala di Volpe, un pequeño puerto natural entre dos playas. Y para darte un baño, nada mejor que las bellas playas del Príncipe, Capriccioli, Liscia Ruia, Razza di Giunco y la de la foz del río Liscia, donde en primavera las dunas de arena se colorean de rosa.
El viaje concluye en Olbia. Desde allí regreso por una carretera interior hasta Puerto Torres, donde tomo el Cruiser de Grimaldi Lines de regreso a Barcelona. Otra opción es regresar en avión desde el Aeropuerto de Olbia. Han sido unos días inolvidables donde he descubierto los tesoros naturales del Norte de Cerdeña, una isla que conserva la tradición y el sabor mediterráneos. |