Granada | ||||
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A la sombra de La Alhambra y el AlbaicínLa ciudad cumple mil años desde su fundación por los árabes. Mil años de magia, belleza y leyendasHace más de mil años Zawi ben Ziri fundó en la colina del Albaicín, en 1013, la ciudad de Granada. Mil años en los que se construyeron casas, calles, cármenes, palacios, mezquitas, iglesias, monasterios, catedrales, zocos, miradores, plazas, aljibes, jardines y una de las siete maravillas del mundo: La Alhambra. Mil años de cultura, folclore y leyendas y, sobre todo, mil años de belleza. Existen muchas ciudades en el mundo que merecen ser visitadas al menos una vez en la vida, y Granada es una de las imprescindibles. Plaza NuevaInicio el recorrido en la Plaza de Isabel la Católica ante el monumento erigido en su memoria, para continuar por la calle Reyes Católicos hasta la Plaza Nueva. Esta amplia plaza construida en época cristiana posee una pequeña fuente rodeada de terrazas de restaurantes, comercios y edificios, entre los que se encuentran los Juzgados de Granada. Por debajo de ella discurre oculto el cauce del río Darro cruzando el centro de la ciudad hasta confluir en el río Genil. Desde la Plaza se contempla en lo alto la Torre de la Vela de la Alcazaba de La Alhambra y es punto de paso hacia la Carrera del Darro, el Paseo de los Tristes y uno de los accesos al Albaicín. Carrera del Darro
A la izquierda de Santa Ana discurre visible el cauce del río Darro que da nombre a la Carrera Darro, que muchos consideran una de las más bellas calles del mundo. La calle serpentea junto al río entre palacios, casas señoriales, baños árabes y conventos a un lado, y casas construidas en la falda de la colina de al Sabika sobre la que se yergue majestuosa La Alhambra. En época árabe la calle era un arenal hacia el que daban la parte trasera de las casas de gente acomodada, pero ya con los cristianos se hizo el trazado de la vía y edificaron palacios y casas señoriales. Pasear por ella es una delicia acompañado por el susurro del agua del río mientras dejas a ambos lados bellos puentes de piedra e historia de la ciudad.
En uno de los primeros números de la calle, esquina con la Cuesta de los Aceituneros y frente a la iglesia de Santa Ana, se encuentra la casa familiar donde vivió la heroína Mariana Pineda, hoy Hotel Museo de 4 estrellas. Más adelante, en el número 31 ha sobrevivido, casi milagrosamente y en muy buen estado, un baño público árabe de los 21 que existían en la ciudad en época musulmana, el Bañuelo. Conserva sus salas húmeda, seca, de calderas y sus pequeños tragaluces con formas estrelladas y octogonales, así como bellos arcos. En 1919 fue Declarado Monumento Nacional. Casa ZafraJunto al convento se encuentra la casa árabe de Zafra, palacete restaurado, que es un bello ejemplo de la arquitectura árabe palaciega granadina de época nazarí (los nazarís gobernaron en Granada de 1231 hasta 1492 cuando fue conquistada por los Reyes Católicos). Visito su interior con un patio con amplia alberca y pórticos a ambos lados con tres arcos soportados por columnas de mármol. En las habitaciones de la planta superior aún pueden apreciarse inscripciones árabes en las paredes. La casa es sede del Centro de Estudios Históricos de la Ciudad y del Reino de Granada. Casa de Castril (Museo Arqueológico)
De nuevo bajamos a la Carrera del Darro para ver unos de los edificios más destacados de la Granada del siglo XVI, la Casa de Castril (1539), hoy sede del Museo Arqueológico Provincial de Granada (Tel. +34 958 225640). A su magnífica portada plateresca une un gran patio interior con dos pisos con arcos y columnas y una pequeña fuente en el centro. En un balcón cegado de la esquina de la fachada existe una inscripción que reza "Esperándola en el Cielo", cuyo origen, según cuenta la leyenda, se debe a que un joven criado se enamoró de la guapa hija del propietario correspondiéndole ésta. Un día el padre les sorprendió en uno de sus encuentros amorosos y sin pensarlo dos veces ordenó matar al joven, tapiar la ventana de la hija y después poner la citada inscripción en la fachada. Frente a la Casa de Castril está la Iglesia de San Pedro (siglo XVI) a las faldas de la colina de la Alhambra, desde donde seguro que se oían los suspiros y llantos de la joven enamorada. Paseo de los Tristes
Sigo Carrera del Darro arriba pasando por otras casas señoriales hasta llegar a una torre junto al río donde se instalaban los músicos para amenizar los festejos que se celebraban en el Paseo del Padre Manjón, conocido como Paseo de los Tristes por ser el camino por donde pasaban los duelos camino del cementerio. El alargado paseo cuenta con numerosos restaurantes y terrazas con vistas de la cercana Alhambra y es un buen lugar para detenerse antes de acometer la terrible Cuesta de Chapiz, camino del corazón del Albaicín y del Sacromonte. Una buena opción es el Restaurante Ruta del Azafrán (Paseo de los Tristes,1. Tel. (+34) 958 226882. www.rutadelazafran.com) cuya cocina de autor se inspira en la gastronomía de las tres culturas y el uso de las especias. Al final del Paseo de los Tristes un puente conduce a la empinada Cuesta del Rey Chico o Cuesta de los Chinos que conduce hasta la popular Fuente del Avellano y La Alhambra, y antes lo hacía al cementerio. La Alhambra y El Generalife
Afronto la Cuesta de los Chinos en busca de uno de los más bellos monumentos del mundo, La Alhambra. Son quince minutos de lenta ascensión a través de la colina de al-Sabika, bordeando los muros de este majestuoso palacio-alcazaba que mandara construir el fundador de la dinastía nazarí Muhammad I, en el siglo XIII. Una ciudad-residencia real que debía ser inexpugnable y cuyas obras se iniciaron en 1234 siendo supervisadas por el sultán. Al ser la tierra de color rojizo, los campesinos granadinos lo llamaron al-kalat al-Hamrá (el castillo construido de tierra roja) tomando así el nombre de Alhambra. Los posteriores sultanes nazarís Yusuf I y Muhammad V se encargarían de embellecerla con sus hermosos palacios, jardines y esmeradía decoración, elevando con sus reformas a obra de arte esta inicial fortaleza defensiva. La Alhambra fue palacio, ciudadela y fortaleza, residencia de los sultanes nazaríes y de los altos funcionarios, servidores de la corte y soldados de elite (siglos XIII al XIV). La componen cuatro zonas: los Palacios nazarís, la zona militar oAlcazaba, la ciudad o Medina y la finca agraria del Generalife. Tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos en 1492 fue residencia de éstos y más tarde Carlos V mandó construir en su recinto el renacentista Palacio de Carlos V, donde se encuentran el Museo de la Alhambra, con objetos del propio monumento. Después vivió unos siglos de abandono hasta que en 1870 fue declarada Monumento Nacional y se inician las obras de restauración dirigidas por el arquitecto Leopoldo Torres Balbás, bajo la supervisión del Patronato de la Alhambra.
Posee varios accesos, aunque el habitual es través de la Puerta de la Justicia que conduce a la Plaza de los Aljibes y a la Alcazaba, fortificación militar donde se encuentra la Torre de la Vela, utilizada como control de acceso a los palacios y como defensa ante ataques exteriores. La Plaza de los Aljibes también comunica el acceso principal con la zona residencial a través de la Puerta del Vino. En esta zona se diferencian los alcázares reales de la llamada Alhambra Alta, zona de residencia de altos cargos granadinos y donde también se encuentra el antiguo Convento de San Francisco (hoy Parador Nacional). Los palacios reales nazarís de la Alhambra, lugar de residencia de los reyes y su familia, constan de una serie de edificios y patios. Entre los palacios nazaríes destacan el bellísimo Palacio de Comares, edificado por Yusuf I y que contiene en su interior el Patio de los Arrayanes y el Cuarto Dorado; y el Palacio de los Leones, obra de Muhammad V y en cuyo recinto es posible visitar la Sala de Mocárabes, la Sala de los Reyes y el Patio de los Leones. Todas estas construcciones poseen una artística y trabajada decoración a base de yeserías con motivos epigráficos árabes o geométricos en paredes y techos, de belleza única en el mundo. Recorrer los patios y salones de La Alhambra es una visita inolvidable. El Generalife es la zona de jardines anexos a La Alhambra que fue lugar de recreo y descanso de los reyes musulmanes granadinos. Consta de un palacio y varios jardines, paseos y miradores. Los jardines se articulan en torno a terrazas y están delimitado por altos muros. Parte de los jardines se encuentran dentro del Palacio del Generalife o limitados por sus estancias como el Patio de la Acequia o la Escalera del Agua, donde existen diferentes fuentes y canales. También existen zonas, los miradores y jardines románticos, reurbanizados durante el siglo XIX. Cuesta del ChapizDejo la Alhambra y busco de nuevo la Cuesta de los Chinos para bajarla camino de la Cuesta del Chapiz. En los primeros números de esta pronunciada cuesta se encuentra el monumental Palacio de los Córdova (1592). Originalmente se construyó en el centro de la ciudad, en la Placeta de las Descalzas, y su dueño fue Luis Fernández de Córdova, Alférez Mayor de Granada. Ante su deterioro, el Ayuntamiento de la ciudad decidió en los años 60 del pasado siglo reconstruirlo en su ubicación actual con la ayuda financiera de los Duques de Montellano. Tras acceder a él se abre un bello patio con empedrado granadino con símbolos árabes y judíos, y una pequeña fuente entre un jardín de cipreses. Unos arcos de ladrillo conducen a la puerta principal. A la derecha se sitúa una huerta granadina y a la izquierda dos paseos paralelos: el paseo romántico y la bóveda de laurel. La fachada del Palacio ofrece un bello frontal con los escudos de los Córdova y una torre con balconadas con arcos en su lado izquierdo. En su interior destacan el gran patio, el artesonado de madera de los techos y salas como la de los Mapas, desde cuyo balcón se contemplan unas maravillosas vistas de la Alhambra. Ahora acoge al Archivo Histórico de Granada. Sacromonte
Continuamos la subida de la Cuesta del Chapiz hasta una explanada conocida como Peso de la Harina (aquí estaban las dependencias donde se pesaba este producto) desde donde a la derecha parte el Camino al Sacromonte. En la explanada puede verse la estatua dedicada a Mariano Fernández, alias Chorrojumo, vestido con atuendo tradicional. Esta figura castiza de la segunda mitad del siglo XIX se auto calificaba Rey de los Gitanos y se ganaba la vida contando historias de La Alhambra a los viajeros. El barrio de Sacromonte se asienta sobre la colina de Valparaíso y es conocido porque en sus cuevas se instalaron los gitanos tras la conquista de Granada. Pasear por sus estrechas y empinadas calles con casas y cuevas encaladas en blanco, con espectáculos flamencos y tipismo, es todo un descubrimiento para turistas. En la actualidad se alternan cuevas muy bien conservadas y equipadas con otras en las que habitan jóvenes neo hippies llegados de todo el mundo. A 400 m de la explanada encontramos el Museo Cuevas del Sacromonte, en el Barranco de los Negros, donde se exponen utensilios y muebles cotidianos en cuevas-vivienda originales con cocina, cuadra, cuevas taller de cestería, fragua... desde el museo las vistas del Generalife y La Alhambra son espectaculares. Todo el Sacromonte está jalonado de bellas cruces de piedra que fueron y son escenario de viacrucis. También merece la pena ver en Semana Santa cómo los costaleros suben al Cristo de los Gitanos a buen ritmo por la Cuesta del Chapiz. En la cima de la colina de Valparaíso se halla la Abadía del Sacromonte y el Colegio del Sacromonte. La Abadía, que cuenta con un bello patio, se construyó para guardar las supuestas reliquias, encontradas en 1558 en el monte, de los mártires evangelizadores de la Bética, de ahí el nombre de Sacromonte. En esta Abadía los monjes crearon una tortilla, muy popular en el barrio y toda Granada, a base de sesos y cuyo nombre es Tortilla del Sacromonte. Exquisita. Hacia el corazón del AlbaicínEl cerro del Albaicín ocupa un lugar estratégico y ya en el siglo VIII a. C. hubo aquí un poblado ibérico y más tarde una acrópolis romana llamada Illiberis. Se trataba de pequeños asentamientos y no fue hasta el siglo XI, tras la ruptura del Califato de Córdoba, cuando Zawi ben Zirí escogió Granada como capital del reino zirí y bereber, creando en el Albaicín una ciudad musulmana ubicada en lo que se llamaba la Alcazaba de Granada, emplazada en lo que hoy son los alrededores del mirador de San Nicolás. A la dinastía Zirí sucedió la Nazarí en 1238 con Muhamad I, quien decidió trasladarse a la colina de enfrente, al-Sabika, donde mandó construir la Alhambra. En 1492 el último gobernante de la dinastía Nazarí, Boabdil, rindió la ciudad a los Reyes Católicos y los mudéjares pasaron a ser cristianos bajo la denominación de moriscos. Tras este breve repaso histórico seguimos ascendiendo por la Cuesta del Chapiz en busca del corazón del Albaicín. Llegamos a la Plaza del Salvador donde lo primero que vemos es uno de los aljibes que suministraba el agua a la población junto a la iglesia del Salvador. La iglesia se levantó en el siglo XVI sobre la Mezquita Mayor del Albaicín y aún conserva el gran patio con 7 arcos de herradura y un aljibe de la mezquita. En la época cristiana los delincuentes perseguidos se refugiaban en ella al tener el privilegio de derecho de asilo. Sigo por la Calle Panaderos entre casas encaladas de blanco con bellas rejas y macetas de geranios. Continuo hasta la Plaza Larga, epicentro del barrio. Es día de mercadillo y la plaza ofrece un ambiente de vendedores y compradores en pequeños puestos de frutas, verduras, flores, ropa... Prosigo hacia el Arco de las Pesas (S. XI). Junto a esta puerta árabe se colgaban las pesas trucadas que las autoridades confiscaban en el mercado de la cercana Plaza Larga. Desde el Arco busco la Cuesta María de la Miel en dirección a la Iglesia y el Mirador de San Nicolás. En el Albaicín existen diferentes miradores con espléndidas vistas de La Alhambra y Granada, pero el Mirador de San Nicolás es el más popular. Allí se concentran turistas, vecinos del Albaicín y flamencos que acompañan con sus guitarras y cantes las impagables vistas de La Alhambra. Si estás interesado en recibir clases de Flamenco, el Carmen de las Cuevas (Cuesta de los Chinos,15. Tel. +34 958 221062. www.carmencuevas.com) ofrece un ambiente auténtico. Junto al Mirador de San Nicolás está la austera iglesia, de una sola nave y estilo mudéjar que fue quemada los días anteriores a la Guerra Civil (1936). Subo a su alto campanario desde el que se contempla una vista extraordinaria del centro de la ciudad, del Sacromonte y del Albaicín.
Muy cerca de él está el Monasterio de Santa Isabel la Real. Fundado por Isabel la Católica es uno de los edificios religiosos más bellos de la ciudad, con su gran claustro porticado y el magnífico retablo y artesonado de su iglesia, con elementos góticos y mudéjares. Ocupa parte del antiguo palacio nazarí de Dar al-Horra y es monasterio de clausura, aunque puedes ver la iglesia en horarios de misa. Nuestro recorrido por el Albaicín va tocando a su fin con la visita al citado Palacio de Dar al-Horra.
En esta construcción palaciega nazarí vivió la reina Aixa, madre de Boabdil -la misma que según la leyenda le dijo aquello de "llora como una mujer, lo que no has sabido defender como hombre" cuando rindió Granada en 1492-. El palacio se inspira en La Alhambra, con patio de doble pórtico, sala central, alcobas y torre mirador en un extremo con bellas vistas del Albaicín. Antes de dejar el barrio visito el taller de arte Sueños del Agua de María José Casado (C/San Nicolás,1.
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) donde esta artista granadina expone y vende cuadros y artesanía suyos y de otros artistas locales que nada tienen que ver con los clásicos souvenirs. Catedral
Desde la moderna Gran Vía granadina de edificios burgueses cruzamos una verja que conduce a La Catedral de la Encarnación. La Catedral se asienta sobre la Gran Mezquita Nazarí y su construcción se inició a comienzos del siglo XVI, tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos, encargando las obras a Juan Gil de Hontañón y Enrique Egas que la proyectaron en estilo gótico, aunque luego la continuaría Diego de Siloé con una estética renacentista y cinco naves. La fachada principal fue realizada por Alonso Cano. En el interior destaca la Capilla Mayor, donde se encuentran las estatuas orantes de los Reyes Católicos. Capilla RealPegada a la Catedral se encuentra La Capilla Real, obra de Enrique Egas, donde reposan los sepulcros de los Reyes Católicosy de Juana la Loca y Felipe el Hermoso. El resto de los monarcas españoles fueron enterrados desde 1574 en el Monasterio de El Escorial por deseo del rey Felipe II. En los alrededores se encuentra el edificio de La Madraza y la Alcaicería (antiguo mercado de la seda). En el interior de la Capilla también destacan el retablo mayor, obra de Felipe Bigarny, y diferentes obras maestras de pintores como Van der Weyden, Botticelli, Pedro Berruguete o Alonso Cano. Es el segundo monumento más visitado de la ciudad después de la Alhambra. Plazas de la Romanilla, Bib-Rambla y la Trinidad
En los alrededores de la Catedral se encuentran la Plaza de la Romanilla, la Plaza de Bib-Rambla y la Plaza de la Trinidad, lugar de paseo tradicional habitual y donde se concentran gran parte del área comercial y de restauración de la ciudad, zona de ocio y tapeo. Bellas por su trazado cuadrangular y los edificios que las conforman son la Plaza de la Romanilla y la de Bib-Rambla. Muy cerca de ellas, Puerta Real y la calle Recogidas conforman el epicentro de la Granada moderna con comercios, restaurantes... Monasterio e Iglesia de San JerónimoDesde la Catedral, por la calle San Jerónimo se accede al Monasterio de San Jerónimo (Rector López Argüeta. Tel. (+34) 958 279 337). La Iglesia y el convento fueron realizados por El Florentino, El Indiano y Diego de Siloé, y en su iglesia, de bellísimo retablo, reposan los restos del Gran Capitán, Fernando González de Córdoba. El convento consta de dos claustros: el primero es gótico, de Siloé y su escuela; el segundo, menor, es de clausura. Monasterio de La CartujaAl noroeste de la ciudad, en la actual zona universitaria, se encuentra el Monasterio de la Cartuja (Paseo de la Cartuja. Tel. (+34 958 161 932) en una explanada de huertos que había sido almunia musulmana y que fueron cedidos por el Gran Capitán para la fundación en 1506 de un convento de la orden Cartuja. Las estancias de estructura gótica se organizan en torno al pequeño claustro abovedado. La iglesia, cumbre del barroco andaluz, es de una sola nave. Destacan la portada con decoración plateresca a través de la cual se tiene acceso al edificio. En su interior, tras atravesar el patio principal, se encuentra la iglesia y desde él también se llega al resto de dependencias: el Sancta Santorum, el Refectorio...
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