Los 20 lugares imprescindibles en una visita a San Sebastián / Donostia
Desde el Monte Igueldo a la Parte Vieja, el paseo de la Concha o el Kursaal disfruta de su belleza natural, urbanística, de los bares de pintxos y restaurantes con estrella Michelin

Para muchos viajeros San Sebastián /Donostia es la ciudad más bella de España. Basta ascender en funicular hasta el Monte Igueldo y contemplar desde el mirador la panorámica de la Bahía de la Cocha con las playas de Ondarreta y la Concha, la isla de Santa Clara, los edificios señoriales y el puerto, al fondo, al abrigo del Monte Urgull, que lo protege de los embates del mar Cantábrico. Esta vista, por sí sola, ya merece la visita a la ciudad. San Sebastián es también un paraíso gastronómico con bares y restaurantes donde la elaboración de pintxos es un arte y la alta cocina emerge por todos lados como refrendan las 17 estrellas Michelin que reúnen restaurantes como Arzak, Akelarre, Martín Berasategui, Mugaritz, Kokotxa... Sin olvidar la arquitectura de sus edificios de la Belle Epoque, como el Teatro Victoria Eugenia, el Hotel María Cristina, el Ayuntamiento, la Plaza Gipukoa o el más vanguardista Kursaal. Sus playas, el Aquarium, festivales (Jazzaldia, Festival Internacional de Cine), sus esculturas en la calle y paseos como el Boulevard. Donosti es una ciudad para disfrutar con los cinco sentidos.
Orígenes: pesca de la ballena y el bacalao
Los orígenes de la ciudad se remontan a 1180 cuando el rey Sancho de Navarra promulgó el Fuero de San Sebastián, creciendo gracias a ser enclave estratégico -dada su proximidad con Francia- como plaza fortificada, el auge del comercio marítimo y la tradicional pesca de la ballena y el bacalao. En 1450 se construyó el primer puerto comercial y tras sufrir la ciudad diferentes asedios franceses que la destruyeron casi por completo en 1813 se creó la Parte Vieja. La época de esplendor de San Sebastián se iniciaría en 1845 cuando los médicos recomendaron a la reina Isabel II tomar baños de mar para aliviar sus problemas de piel y la corte y los aristócratas se desplazaron con ella a la ciudad donostiarra, confiriéndole un glamour que fue en aumento cuando en 1893 la reina María Cristina fijó también la residencia estival de la corte en el Palacio de Miramar. Durante estas décadas se derribaron las antiguas murallas y la ciudad creció convirtiéndose a principios del siglo XX en el destino preferido de la clase alta europea con grandes y elegantes edificios con influencias francesas. Un aire señorial que hoy distingue a la ciudad sin perder sus rasgos tradicionales y marineros.
Estos son los lugares imprescindibles en una visita a la ciudad:
1. Panorámica desde el Funicular Monte Igueldo
La panorámica más bella de San Sebastián se obtiene desde el mirador del Monte Igueldo al que se puede ascender por el Funicular de madera inaugurado en 1912 en el Barrio Antiguo. En lo alto del monte también se encuentra la antigua torre vigía que se utilizaba para avistar ballenas y el Parque de Atracciones. La vista desde allí de la Bahía de la Concha, de la Isla de Santa Clara y la ciudad al fondo es espectacular. Mientras la contemplas puedes disfrutar de un café o una cerveza ya que el Mirador cuenta con una cafetería.
2. Peine del Viento

Tras bajar en el Funicular dirígete por la ladera del Monte Igueldo al cercano Paseo de Eduardo Chillida y llegarás a la escultura más icónica de la ciudad: el Peine del Viento del escultor donostiarra Eduardo Chillida, sobre la que rompen las olas. Junto a este conjunto compuesto por tres esculturas de acero que sobresalen de las rocas se encuentra una explanada con agujeros bufadores por los que se cuela el aire que produce el oleaje y sirve de deleite a los que se sitúan sobre ellos. El lugar es uno de los más frecuentados por la habitantes de la ciudad por su belleza natural y artística.
3 y 4. Playa de Ondarreta y Paseo de la Concha

Desde el Peine del Viento caminamos los 2 km que separan del centro de la ciudad por el Paseo de Satrústegui bordeando la bella playa de Ondarreta (600 metros de longitud y ancho medio de 100 metros) lugar de baño de las familias donostiarras en verano por sus tranquilas aguas. Antes de llegar al Paseo de la Concha, situado tras un túnel decorado con imágenes marinas, ascendemos las escaleras que conducen al Palacio de Miramar (Paseo de Miraconcha, 48. www.palaciomiramar.eus) construido en 1893 cuando la ciudad comenzó su esplendor. El palacete, de estilo británico, fue residencia de verano de la Reina María Cristina, Alfonso XIII y Juan Carlos de Borbón y posee magníficas vistas a la Bahía y unos cuidados jardines que sirven de lugar de encuentro y esparcimiento a jóvenes.
Aquí comienza el Paseo de la Concha y la San Sebastián romántica surgida a mediados del siglo XIX tras el derribo de las antiguas murallas que protegían la ciudad, para construir modernos paseos, hoteles, teatro y casinos inspirados en la Belle Époque francesa. El Paseo de la Concha se extiende hasta el centro histórico de la ciudad (la Parte Vieja) como un bello mirador peatonal que ofrece vistas a la playa de la Concha (de 1.300 metros de longitud) y la bahía a un lado, y los edificios de arquitectura señorial al otro; entre ambas panorámicas las famosas barandillas blancas de hierro del paseo marítimo diseñadas por el arquitecto Rafael Alday en 1916. A mitad del paseo se encuentra el edificio del Centro Talaso-Sport La Perla (www.la-perla.net), inaugurado en 1912 como balneario, que conserva su elegante estilo de la Belle Époque y continúa ofreciendo tratamiento de salud y belleza. Frente a él se alza el también histórico edificio del Hotel de Londres (Zubieta Kalea, 2. Tel. 943 44 07 70. www.hlondres.com/es/, un palacio del siglo XIX reformado en el año 2012 que ofrece 150 habitaciones con maravillosas vistas a la Bahía de la Concha. En esta playa comenzó la moda del veraneo en el mar en España.
5, 6 y 7. Ayuntamiento, Puerto y Aquarium
Prosigo camino dirección al Puerto y llego a los Jardines de Alberdi Eder frente a los cuales se levanta el Ayuntamiento, ubicado en el edificio del antiguo casino de San Sebastián, construido en 1887 al estilo de los existentes en la Costa Azul francesa de la época. Continuo la línea del mar hasta llegar al Real Club Náutico, edificio de 1929 con una plataforma que se adentra en el mar ideal para paseantes, y más adelante el Puerto. Enclavado en la Parte Vieja, originaria de la ciudad, el pequeño puerto pesquero conserva su aire marinero con casas de antiguos pescadores, que en la actualidad alberga más restaurantes familiares de comida marinera que barcos de pesca. Aquí podrás disfrutar con productos frescos del mar y comidas tradicionales. Camino por la línea de costa por las faldas del Monte Urgull, en cuya cima se encuentra el Castillo de la Mota, y encontramos el Museo Naval (que recuerda la amplia memoria marinera de la ciudad) y el Aquarium (Pza. de Carlos Blasco Imaz, 1. Tel. 943 44 00 99. www.aquariumss.com), que bien vale una visita, por el oceanario que incluye un túnel de 360º, el esqueleto de la última ballena capturada en el Cantábrico, y especies marinas e instrumentos y cartas relacionadas con la navegación.
8. Parte Vieja, el templo de los Pintxos
 
Regreso a la Parte Vieja -donde vivían los pescadores al abrigo del Monte Urgull- por el paseo del Muelle y atravieso la antigua puerta de las murallas por la calle Virgen del Coro para llegar a la Basílica Santa María del Coro. Este templo barroco del siglo XVIII reúne en su museo obras del Greco, Jorge Oteiza y Chillida y su fachada se encuentra frente al final de la Calle Mayor. La Calle Mayor junto a la Calle 31 de Agostoy Fermín Calbetón, conforman el epicentro gastronómico de los Pintxos de Donosti. Bares como La Viña(31 de Agosto, 3), La Cepa(31 de Agosto, 7), Dakara Bi(31 de Agosto, 25), Bartolo (Fermín Calbetón, 38), Zumeltzegi (Fermín Calbetón, 15) y otros muchos son templos donde se elaboran deliciosos pintxos como la Brocheta de solomillo con pimientos de Gernika, Brocheta de rape, Merluza rebozada o la popular Gilda(banderilla picante de guindilla, anchoa y aceituna) que nació en San Sebastián como homenaje a Rita Hayworth.

También encontrarás en la Parte Vieja restaurantes de cocina tradicional como el Asador mesón Portaletas (Puerto, 21), Casa Gandarias (31 de Agosto, 23) o Txoko (C/Mauri,12) donde podrás saborear carnes o pescados a la brasa, la parrilla o guisos.
Recorriendo hasta el final la Calle 31 de Agosto está la Iglesia de San Vicente, el edificio más antiguo de Donostia construido a inicio del siglo XVI en estilo gótico en la Plaza Zuloaga. En la misma plaza se encuentra el Museo San Telmo dedicado a la historia vasca y ubicado en un antiguo convento de dominicos del siglo XVI. Muy cerca de la calle de pintxos Fermín Calbetón, se encuentra otra joya monumental: La Plaza de la Constitución. Alrededor de esta hermosa y tradicional plaza porticada donde está el edificio del antiguo ayuntamiento salen las calles de la Parte Vieja. En tiempos pasados se celebraban en este espacio cuadrangular corridas de toros como aún atestiguan los balcones numerados de sus casas, hoy es lugar de paseo y pintxos al contar con numerosos bares y cafeterías en su perímetro.

Sigo camino dirección al Puerto y encuentro los Jardines de Alberdi Eder frente a los que se levanta el Ayuntamiento, ubicado en el edificio del antiguo casino de San Sebastián, construido en 1887 al estilo de los existentes en la Costa Azul francesa de la época. Por la línea del mar llego al Real Club Náutico, edificio de 1929 con una plataforma que se adentra en el mar ideal para paseantes, y más adelante el Puerto. Enclavado en la Parte Vieja, originaria de la ciudad, este pequeño puerto pesquero conserva su aire marinero con casas de antiguos pescadores, aunque en la actualidad alberga más restaurantes familiares de comida marinera que barcos de pesca. Aquí podrás disfrutar de productos frescos del mar y comidas tradicionales. Proseguimos la línea de costa por las faldas del Monte Urgull -en cuya cima se encuentra el Castillo de la Mota- y encontramos el Museo Naval (que recuerda la amplia memoria marinera de la ciudad) y el Aquarium, que bien vale una visita, por su vistoso oceanario que incluye un túnel de 360º, el esqueleto de la última ballena capturada en el Cantábrico, múltiples e interesantes especies marinas e instrumentos y cartas relacionadas con la navegación.
9, 10 y 11. Boulevard y centro romántico: Teatro Victoria Eugenia y Hotel María Cristina
 
Al sur de la Parte Vieja se encuentra el Centro y el área romántica de la ciudad. El límite entre ambas zonas lo marca El Boulevard , donde se encontraban las murallas hasta que fueron derribadas en 1863 para urbanizar el centro de la ciudad de manera moderna con cuadrículas con avenidas, plazas y calles amplias, y edificios al estilo parisino. También se diseñaron parques y jardines como los citados de Jardines de Alberdi Eder, donde se plantaron tamarindos y se instaló un clásico carrusel de caballitos que hoy continúa siendo la mayor atracción de los más pequeños o la Plaza Guipuzcoa con su amplio jardín y un tradicional kiosko circular. Caminando hacia el sur hasta llegar a la Avenida de la Libertad, bajamos por la perpendicular calle Loyola en cuyo final nos sorprende la aguja de 75 metros de la bella fachada de la Catedral del Buen Pastor, edificio neogótico inaugurado en 1897 sobre la plaza del mismo nombre.
Los dos edificios más relevantes de esta gran época urbanística de la ciudad son el Teatro Victoria Eugenia (Paseo República Argentina, 2. www.victoriaeugenia.eus) y el Hotel María Cristina (Paseo República Argentina, 4. Tel. 943 43 7600. www.espanol.marriott.com/), ubicado más al norte junto al cauce del río Urumea. Aprovechando la creciente fama de San Sebastián como ciudad balneario entre la burguesía y aristocracia española y europea, en 1909 se decidió construir un hotel y un teatro elegantes y de lujo que impulsaran el glamour de la ciudad. El diseño del hotel se encomendó al arquitecto francés Charles Mewes, autor también del Hotel Ritz de Madrid, mientras que la construcción tanto del Hotel como del Teatro corrieron a cargo de Francisco de Urcola, quien tuvo en cuenta la construcción de teatros de la época como los de Viena y París. Ambos edificios fueron inaugurados en 1912 por la reina Victoria Eugenia, mujer de Alfonso XIII, que dio nombre al Teatro; el Hotel recibió el nombre de la reina María Cristina que pusoi de moda la ciudad como lugar para tomar los baños de mar de los que fue pionera. Ambos edificios se establecieron en la majestuosa Plaza de Oquendo, creada para la ocasión.
12, 13 y 14. Puentes de Zurriola, Santa Catalina y María Cristina

Junto al Teatro Victoria Eugenia y el Hotel María Cristina discurre el cauce del río Urumea en su último tramo donde las aguas se unen con las del Mar Cantábrico. Aquí se eleva sobre el río el Puente de Zurriola, construido en 1921, que destaca por sus bellas farolas art déco y unir el centro de la ciudad con el barrio de Gros que comienza con el espectacular edificio del Palacio de Congresos Kursaal, construido frente a la playa de Zurriola. Más arriba por la ribera del río Urumea se encuentra el Puente de Santa Catalina, el más clásico y antiguo de la ciudad, que une la Avenida de la Libertad y la calle de Miracruz. Su origen data de la Edad Media cuando existía un puente de madera que, tras diferentes destrucciones y reformas, en 1873 fue construido en piedra. Y 500 metros, río arriba, encontramos el Puente de María Cristina, de 1905, que conecta con la Plaza de Bilbao y posee cuatro grandes obeliscos y farolas inspiradas en el puente Alejandro III de París.
15 y 16. Kursaal y Playa de Zurriola

El barrio de Gross, al abrigo del Monte Ulía, comienza al otro lado del río Urumea, justo donde se levanta el Palacio Kursaal, junto al paseo marítimo de la Playa de Zurriola. El Kursaal, inaugurado en 1999, es obra del arquitecto Rafael Moneo y lo forman dos grandes edificios con forma de cubo que simbolizan dos rocas varadas frente al mar. Este magno palacio de congresos es sede de diferentes actividades culturales entre la que destaca el ser la sede anual del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. El Kursaal mira al mar y a la Playa de Zurriola, la favorita de la gente joven para practicar surf dada su ubicación que favorece mayores olas.
17, 18,19 y 20. La ciudad de las estrellas Michelin
Además de la belleza natural y urbanística, San Sebastián destaca por su gastronomía que, además de los deliciosos pintxos, cuenta con una gran variedad de restaurantes que han sido reconocidos con las prestigiosas estrellas de la Guía Michelin. Aquí se encuentran altares de alta gastronomía como:

***Arzak (Avda. del Alcalde José Elosegui, 273. Tel. (+34) 943285593. www.arzak.es). El restaurante del chef Juan Mari Arzak es uno de los grandes veteranos y abanderados de la cocina vasca y cuenta con 3 estrellas Michelin. ***Martín Berasategui (Loidi Kalea,4. Lasarte-Oria. Tel. (+34) 943366471. www.martinberasategui.com). Ubicado en la cercana Lasarte, el restaurante del chef Martín Berasategui es el máximo exponente de la nueva cocina vasca). También ha sido reconocido con tres estrellas Michelin. ***Akelarre (Paseo Padre Orkolaga, 56-Igueldo. Tel. (+34) 943311209. www.akelarre.net). El chef Pedro Subijana es otro de los grandes referentes de la nueva cocina vasca desde 1974. Otros restaurantes con una estrella Michelin son Mirador de Ulia(Tel. (+34) 943272707. www.miradordeulia.es), Kokotxa (Tel. (+34) 943421904. www.restaurantekokotxa.com) y Amelia (Tel. 943 845647. www.ameliarestaurant.com)

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