Ámsterdam | ||||
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Marinera y cosmopolitaLos bellos canales fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 2010. Descubre la magia, arquitectura y vitalidad de la ciudad holandesa
Se ha hablado mucho del `milagro alemán´ en referencia al gran desarrollo económico teutón después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo es menos conocido el `milagro holandés´ que lucha desde el siglo XI contra el mar del Norte para arrebatarle tierra, metro a metro, con diques y burries (tipo de viga). Ámsterdam es ejemplo de ello: si comparamos un mapa de Holanda del año 1650 y otro de la actualidad sorprende el avance de la ciudad sobre el mar. Una parte importante del país está situada bajo el nivel de las aguas, son las zonas denominadas Laag-Nederland o Países Bajos. De hecho, cuando uno llega al aeropuerto Schiphol de Amsterdam aterriza a cuatro metros por debajo del nivel del mar. Una característica que ha marcado y delimita la geografía y urbanismo de la ciudad. Los canales y las elegantes casas simétricas de fachada de ladrillo rojo son el auténtico espíritu de Ámsterdam. Una belleza que empezó a fraguarse en el siglo XVII cuando la ciudad vivió su siglo de oro. Holanda colonizaba entonces Indonesia y el comercio de especias enriqueció a miles de comerciantes y mercaderes. La ciudad creció económicamente y se construyó el Grachtengordel (tres grandes canales formando tres grandes anillos alrededor de la parte antigua). Esos tres canales son el Herengracht, el Keizergracth y el Prinsengracht y en la denominada `Curva Dorada´ que forman al envolver la ciudad fueron a construir sus casas los más ricos habitantes. Las casas debían seguir las pautas de una estricta ley urbanística. Desde el siglo XV, debido a la inestabilidad del suelo y el tamaño de los solares (se pagaban impuestos por los metros de fachada) se dictó que las fachadas fueran de tamaño uniforme y debían construirse de ladrillo o arenisca con grandes ventanales para reducir el peso de la estructura, lo que llevó a sus propietarios a diferenciarlas con bellas y ornamentales cornisas, diferentes ventanas y hastiales (vértice frontal del tejado). Todo ello fue configurando la magia y belleza de una ciudad con origen portuario. Hoy día, pese a haber crecido en extensión y población, Ámsterdam (cuyo significado es ciudad junto al Amstel, río que la traviesa) es una ciudad acogedora de alrededor de 750.000 habitantes que puede ser visitada a pie o en bicicleta y donde reina la libertad y tolerancia en costumbres y creencias. Moderna, bohemia, elegante, clásica y rabiosamente innovadora como demuestra en ideas, arte y arquitectura. Estación Central y Plaza DamEl lugar de llegada habitual a la ciudad es la Estación Central; hasta allí llegan los trenes desde el aeropuerto de Schiphol, es eje de las comunicaciones terrestres y a su alrededor se encuentran muchos lugares de interés. La Estación se construyó en 1886 en estilo renacentista holandés sobre una isla artificial y forma parte de lo que se conoce como Nieuwe Zijde (parte nueva) en la zona oeste de la ciudad. A cualquier hora es un auténtico hervidero de gente y en sus alrededores suelen instalarse artistas, pequeños comerciantes, vagabundos y amigos de los ajeno. Conviene prestar atención a las pertenencias antes de dejarse sorprender por su aire bohemio y festivo. El Koninklijk Paleis, de fachada clásica, es la antigua sede del Ayuntamiento y hoy Palacio que utiliza la Familia Real holandesa en actos oficiales. De su interior destacan el suelo de mármol con grabados de los dos hemisferios del Burgerzaal o sala popular y la bella Vroedschapszaal o sala de los padres de la ciudad con dos chimeneas y techo abovedado. El National Monument es un obelisco de 22 metros al que custodian dos leones erigido en 1956 en homenaje a los caídos holandeses en la Segunda Guerra Mundial, obra del escultor John Raedecker. Por su parte, la Nieuwe Kerk es una bella iglesia con planta de cruz y ábside construida en el siglo XIV con hermosas vidrieras y un enorme púlpito (en el protestantismo el sermón es la parte principal del culto). Grachtengordel (Cinturón de los Canales ) y LeidspleinAunque no es una urbe mastodóntica, requiere de al menos cuatro días para hacernos una idea de sus encantos. Es una ciudad para ver y recorrer sin prisas dedicando el tiempo necesario para descubrir sus rincones más bellos, que muchas veces son lugares anónimos alejados de cualquier guÍa turística. Déjate llevar por sus calles y los encontrarás. Hacia el oeste de la Leidsplein siguiendo el Prinsengracht hasta el nº 263 llegamos a la histórica casa, hoy Museo, de Anna Frank, donde la familia Frank se ocultó de los nazis durante dos años hasta que la Gestapo les descubrió en 1944 y envió a un campo de concentración. Todavía podemos ver la entrada secreta a la oculta casa por una librería y las habitaciones de ella y de sus padres como testimonio. Hacia el este de la Leisdplein se encuentran la Rembrandtplein, Muntorren y quizás el más bello puente de la ciudad, Magere Brug. La Rembrandtplein acogió un mercado de mantequilla hasta el siglo XIX y cuando en 1876 se ubicó en ella la estatua del gran pintor Rembrandtd adquirió su nombre actual convirtiéndose en un centro de ocio muy animado con múltiples cafés (Café Schiller, De Kronn), hoteles y bares con terrazas que se llenan en los meses de verano. Muntorren (en Muntplein) es una hermosa construcción de planta poligonal en ladrillo rojo que formaba parte de la puerta de la muralla medieval de la ciudad, a la que se añadió a finales del siglo XVII una torre con reloj y un campanario. Hoy es otro punto estratégico de transporte al coincidir allí numerosos tranvías. El Mugere Brug es un puente de doble estructura móvil de 5 metros de tramo a cada lado, que se construyó en 1670 y se eleva al paso de los barcos por el río Amstel. Barrio de los MuseosSituado al sur de la ciudad era una zona de granjas hasta que el municipio decidió transformarlo en un área cultural elaborando un gran proyecto que situaba aquí grandes museos como el regio Rijksmuseum, el Stedelik Museum o el Concertgebouwn (auditorio de música), a los que en 1973 se unió el excelente Van Gogh Museum. El barrio es uno de los más ricos de la ciudad y cuenta con amplias avenidas y mansiones con nombres de artistas. Tras admirar los cuadros de los grandes maestros holandeses e internacionales (ver recuadro museos) puedes disfrutar paseando por las exclusivas tiendas de las calles PC Hoofstraat y Van Baerlestraar o caminar por los magníficos jardines de Museumplein. Los más acaudalados o curiosos pueden acercarse hasta el edificio de Coster Diamonds, justo frente al Rijksmuseum, compañía que talla, pule y vende diamantes desde 1840. Ofrece visitas guiadas que dan una detallada explicación de cómo se pulen los diamantes y ser admirados en una sala de exposiciones. En su amplio vestíbulo se encuentras una réplica de la corona real británica que lleva incrustado el deseado diamante Koh-i-Noor (Montaña de Luz), bella piedra azulada cuyo peso es de 108,8 kilates y que fue pulida en esta casa. Holanda siempre ha sido una de las más prestigiosas plazas mundiales en la talla y comercio de diamantes. Oude Zijde y el Barrio RojoBusco ahora la parte más antigua de la ciudad (Oude Zijde) situada al este del río Amstel. Aquí se encuentran el barrio universitario, la Oude Kerk o antigua iglesia (bellísimo templo gótica del siglo XIV que posee un gran órgano en caja de roble, un techo dorado con pinturas del siglo XV y unas preciosas vidrieras en la Capilla de la Virgen), la vertical y octogonal torre de Montelbaanstoren (antigua fortificación medieval de la ciudad que se erigió en 1512) y el famoso Barrio Rojo que es una de las zonas más conocidas de la ciudad por su singularidad. Nos situamos en Nieuwmarkt, a la que accedemos bajando desde la plaza Dam por Damstraat, en los tranvías 14 y 20 o en metro. Nieuwmakt es una gran plaza abierta adoquinada que está flanqueada al oeste por el Barrio Rojo y junto al extremo de Geldersekade forma el Barrio Chino. La plaza está presidida por el Waag con sus dos torres: es la más antigua puerta de entrada a la ciudad, construida en 1488. Aquí tenían lugar las ejecuciones públicas aunque hoy está ocupada en mayores deleites: el restaurante In de Waag. La plaza se convirtió en mercado en el siglo XV y hoy día, todos los domingos de verano, fiel a su tradición, es escenario de un mercado de antigüedades. A su alrededor podemos disfrutar de bellas casas con hastiales de los siglos XVII y XVIII y desde allí parte el viajo Barrio Judío. Las afueras: De Pijp y la isla KNSMNo sólo el centro de la ciudad tiene encanto, también los barrios periféricos han sido urbanizados por innovadores arquitectos que les han conferido una belleza y personalidad únicas. La zona del Plantage era un parque situado fuera de las murallas donde los ciudadanos iban a pasear en el siglo XVII, posteriormente se construyó allí un barrio residencial y ahora es una zona moderna con museos (NEMO, Tropenmuseum, Verzetsmuseum, etc.), el zoológico (Natura Artis Magistra) y parques (Sharphatipark, Oostepark, Beatrixpark, Flevopark, Vondelpark...). Aquí se encuentra De Pijp, un antiguo barrio obrero que ahora se ha transformado en una zona internacional donde conviven arte, cultura, hostelería y tiendas en una animada simbiosis. Es conocido como el Barrio Latino de Ámsterdampor su mezcla de culturas y animación. También dispone de una amplia zona verde, el Parque Sarphati. En el centro se encuentran sus dos lugares más relevantes, el mercado Albert Cuyp y la estatua del cantante André Hazes. El centenario mercado de Albert Cuyp es el más visitado de Europa ya que por sus más de 300 puestos pasean a diario alrededor de 20.000 personas. Allí encontrarás de todo a precios económicos: objetos de baratillo, productos frescos como pescado, fruta, verdura, exóticas delicatesen, prensas de vestir... merece la pena darse un paseo por él y luego detenerse en uno de sus encantadores cafés antiguos. La isla KNSM junto con la isla Java, Rietlanden y Entrepot-Oeste forman parte de la antigua zona portuaria oriental. Hasta 1977 KNSM fue puerto pero la zona sufrió una transformación radical al formar parte del proyecto de urbanización llevado a cabo por el Servicio de Ordenación Territorial en colaboración con el arquitecto holandés Jo Coenen. Desde entonces empezaron a construirse modernos edificios que merecen la atención de los amantes de la arquitectura moderna. En la isla de Java fue S. Soeters el encargado de urbanizarla en los años 90 del pasado siglo. |